La idea de constituir una Red surgió en 1982 por
la coincidencia en objetivos por parte de varios investigadores
que venían desarrollando actividades tendientes a
la creación de foros de discusión sobre cuestiones
urbanas. Entre estas actividades encontramos las organizadas
por la Facultad de Sociología de la Universidad Veracruzana
(Dr. Hipólito Rodríguez), la Escuela de Sociología
de la Universidad Autónoma de Querétaro (Mtro.
Luis Fernando Flores Olague), el IIS-UNAM (Dr. Pablo González
Casanova) y el Departamento de Investigaciones Arquitéctonicas
y Urbanísticas del Instituto de Ciencias de la Universidad
Autónoma de Puebla (DIAU-ICUAP, Dra. Elsa Patiño
Tovar y Dr. Jaime Castillo Palma). En todos estos seminarios
se perseguían objetivos similares; sin embargo, sólo
tenían continuidad dos de ellos: el seminario "Política
y Ciudad" del IIS-UNAM (actualmente CEIICH-UNAM) y
las "Mesas de Trabajo sobre Problemas Urbanos"
del DIAU-ICUAP, actualmente DIAU-VIEP.
El seminario "Política y Ciudad" formaba parte
del conjunto de seminarios que impulsa y coordina el Dr.
Pablo González Casanova. Esta vertiente de investigación
relacionada a lo urbano, emergió de la petición
que hicimos algunos de los investigadores que participamos
en los seminarios del Dr. González Casanova. Así,
durante 1986 se tuvieron dos reuniones para definir la elaboración
de varios ensayos sobre la ciudad que tocaban: elecciones,
movimientos sociales y política administrativa; también
se inició un estudio sobre ciudades fronterizas que
fue coordinado por el Mtro. Enrique Contreras, en quien
el Dr. González Casanova delegó la coordinación
del seminario.
En cuanto a las "Mesas de Trabajo sobre Problemas Urbanos",
era un evento que, desde 1982, el DIAU organizaba
anualmente durante los dos últimos días laborables
del mes de noviembre. Estas Mesas de Trabajo constituían
un foro de discusión de las metodologías,
técnicas y resultados de las investigaciones que
se desarrollaban en diversos centros de trabajo de varias
entidades de la República. Durante la Primera Mesa
de Trabajo sobre Problemas Urbanos, realizada en 1982, se
convocó a los investigadores de la UAP exclusivamente.
Se pretendía con esto, conocer lo que se hacia internamente
en torno al análisis urbano para visualizar la posibilidad
de realizar trabajos interdisciplinarios, explotar fuentes
conjuntamente y racionalizar recursos. En la Segunda Mesa
(1983) se convocó a las instituciones a nivel nacional
con las cuales se tenía contacto; esta Mesa tenía
como objetivo conocer en general lo que se hacía
en el resto del país en torno a la problemática
urbana. A partir de la Tercera Mesa (1984), el evento se
caracterizó por ser monotemático como mecanismo
para rebasar el mero nivel informativo de las dos primeras
Mesas de Trabajo. Con esta idea, se organizaron las Mesas
sobre movimientos sociales urbanos (1984), centros históricos
(1985) y renta del suelo (1986); esta última Mesa
fue realizada ya como parte del seminario "Política
y Ciudad". Es durante los trabajos realizados en la
Quinta Mesa de Trabajo sobre Problemas Urbanos (1986), que
se acuerda constituir la Red Nacional de Investigación
Urbana (RNIU) y, a tal efecto, se convoca a una siguiente
reunión que se celebró del 25 al 27 de junio
de 1987 bajo los auspicios de la Escuela de Sociología
de la Universidad Autónoma de Querétaro y
bajo la Coordinación de Luis Fernando Flores Olague.
En esa reunión se definió la forma organizativa
que tiene la RNIU (ver: Organización,
para mayor detalle) y bajo esa idea es que se ha dado el
funcionamiento real de la RNIU aunque, conservando la misma
idea, se han hecho modificaciones en función de los
cambios que ha ido experimentando a lo largo del tiempo.
Es importante marcar que las siglas RNIU refieren al organismo
colegiado académico que constituye el espacio de
toma de decisiones del conjunto de actividades que desarrollamos.
Y, por otro lado, tenemos como personalidad jurídica
a la Red de Investigación Urbana AC, que es el instrumento
operativo y legal de la organización, pero sólo
es un mecanismo de apoyo para obtener financiamiento sin
interferir el funcionamiento académico ni tener prioridad
sobre el organismo colegiado.